noviembre 25, 2010

norte y sur

el cielo de fin de noviembre se pone azul de tanto frío. las hojas empezaron a hacer eso tan raro que hacen cada otoño: se encienden. miro este cielo de vidrio y me pregunto si pronto lo atravesará un misil. la amenaza de guerra parece a la vez un panfleto de los medios y un muerto mal enterrado que regresa, amenazante. se tensan las cuerdas de la xenofobia y se afinan los temores primitivos: el del extranjero que no parece extranjero pero que está listo a atacar desde la similitud que lo encubre.
las noticias me desorientan: hasta el procurador tiene (un poco de) razón.


No hay comentarios.: