29º la nuit (betty lu)

el verano, corto. y frío. o al menos, menos caliente de lo que debería. y yo sé, sí, que cada año me quejo de los cuarenta a la sombra y de la humedad que hace de mi pelo una esponja alborotada, pero esto, señores, esto no es verano. ¡¡es agosto, por dios, agosto!! h. me cedió su futon doble y ahora duermo sin aire acondicionado frente al balcón. (a veces me pregunto si detrás de esas ventanas aparentemente desiertas se esconden mirones. y me cubro. y me ruborizo. y después me olvido.) en las mañanas estornudo y en las noches toso, y los niveles de hipocondría alcanzan su más alto grado--gripa cerda, tuberculosis, sida. moriré mañana, de un paro cardiaco, ahogada, de sobredosis. o sueño: anoche soñé que la muralla china era un camino que yo recorría con mi familia. al llegar a una estación (que en realidad era un hotel en santefédeantioquia) descubrí al mismo tiempo un incesto y un camino nuevo. a veces lloro, a veces me enfurezco, me preocupa la incapacidad para escribir y la falta de claridad. (¿cómo darle consistencia a esta tesis? ¿cómo saber de qué se trata mi tesis?) me encuentro con gente que usa su queja contra japón como un mantra. y yo escucho, pero no entiendo. finalmente, la gente es gente en todas partes. así. no cocino mucho, o tanto como debería, pero esta semana me llegaron goyas de shimane y me prometí cocinar comida de okinawa. colgué las hojas de un calendario viejo en mi pared. una para cada mes que falta, de aquí a fin de año. presiento que si tacho cada día que pasa, la angustia se va a quedar a vivir para siempre conmigo. prefiero pensar que el tiempo da vueltas.