junio 15, 2009

post conferencia

fui, vi, y no sé si deba desde ya declararme para siempre vencida. con cuidado y sudor pasé cada una de las cinco páginas escritas en japonés tartamudo, pero entre pestañeo y temblor dije "la clave está aquí": no se trata de que la realidad sea una suerte de ficción. es que más allá del velo de la realidad late lo real. es miwa akihiro, disfrazado de madame midorikawa, que en realidad es black lizard, vistiéndose con ropas de hombre para engañar al detective. dónde está el revés y donde está el derecho no es lo que se pregunta la hormiga mientras va de uno a otro sin atravesar ningún borde. no es mucho, es cierto, pero tampoco es nada. y sin embargo, o dos preguntas irrelevantes o una pregunta incomprensible. las primeras las puedo responder, pero no quiero. de la segunda quisiera hablar, pero no puedo. bajé del estrado y empecé a rellenar la palabra vergüenza con mi sensación actual. la academia es cruel, pensé, y prendí la maquinita que suena a corriente de agua para que nadie supiera que mi queja retumba en los azulejos. sin lágrimas, con miedo, con bogotá atravesada en el gaznate y el futuro aún tan incierto me sigo preguntando, ¿si no es así, cómo? ¿desistir en el intento de decir (porque sí hay para decir)? ¿si no es aquí, dónde? ¿qué hacer con esto, con esta cosa que al leer agita la panza?
esta angustia, la metafísica de los chocolates y una pesadilla dibujada me quedan de este viaje.

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