una nacerá en junio, otro en dos semanas, uno más en tres meses. otro acaba de nacer y quién sabe cuántas notificaciones más lleguen en los siguientes meses. es un hecho: mi generación está dedicada a parir. pensé en escribir un montón (de excusas) sobre por qué no montarse en la ola procreadora, pero luego me di cuenta de que todo se reduce a una cuestión personal. no es el calentamiento global, ni el recrudecimiento de las guerras, ni el desarrollo de armas nucleares, ni la irrefrenable expansión del sida, ni el indiscutible hecho de que la humanidad está destinada a la extinción. es que simplemente ahora no.
en últimas, los niños sólo vienen cuando a ellos les da la gana. (aunque sus padres crean lo contrario).
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