hay fracturas y hay fracturas.
por un lado las mayores, digamos, las que suenan a cosa seria y merecen ser llamadas fracturas con letras grandes y redondas; y luego las fracturas menores, las que a nadie interesan, las que más bien dan vergüenza. no es lo mismo, por supuesto, quebrarse un fémur escalando que romperse el cóxis en la ducha. una fractura menor es suficientemente insignificante para que pase despercibida ante los demás pero suficientemente dolorosa como para hacer delirar de dolor.
así, quebrarse el dedo meñique del pie izquierdo puede parecer una tontería suprema. pero esta fractura acaba de cagarse encima de mi futuro inmediato.
someone in heaven -or hell- must be laughing big time.
4 comentarios:
¡ouch qué dolor! y claro, pienso en aikido, oich... Y esto me hace recordar el dolorcito que se siente cuando los deditos se enredan con el tatami, o peor, la uña! ouuu, qué se alejen de ti las fracturas, todas ellas!
(se me quedó por fuera esto):
tonta, tonta fractura, mala fractura.
abrazos y cuidados, lucía.
un abrazo, pero despacito, que todo duele duele duele.
taikogo: exactamente así, metiendo el dedo entre dos tatamis, me rompí el meñique. y no es un dolorcITO, es un dolorzOTE. gracias por los abrazos.
dholo: des-pa-ci-i-i-i-to. beso.
Publicar un comentario