me levanto finalmente del escritorio, agarro el primer libro que encuentro y salgo a almorzar, tarde y sola. junto al edificio de pregrado, un cerezo joven empieza a florecer. en una de las ramas, un pájaro azul picotea los capullos. me paro a mirar la escena mientras imagino que cada capullo en cada árbol se convierte en flor gracias al pico de un pájaro. “cuando venga de regreso este pájaro ya no va a estar. *tengo* que mirarlo un rato”.
al regreso, sin embargo, el pájaro sigue sobre la rama, abriendo capullos de cerezo.
3 comentarios:
fan número uno escribiendo desde una mañana bogotana de cielo gris (que para el humor nostálgico que tenemos aquí es perfecta) se reporta para decirte:
qué hermoso
*adoré* estas bellas imágenes. me queda el pájaro AZUL abriendo capullos de CEREZO en los ojos y en el alma.
qué bonito, de verdad lucía, qué bonito... :)
Lucía... siempre sorprendiendo con sus palabras.
Cariños.
Materia de haiku.
Publicar un comentario